Maga:
Antes de empezar a leer, no olvides musicalizar tu momento.
Bien. Ahora seguimos.
No te voy a mentir, un refugio creativo, en mi mente se aparece a algo así
Aunque creo que habría varias personas en esa imagen, algunas leyendo, otras escribiendo. Hasta me atrevo a decir que podrían existir miradas cómplices entre ellas.
Porque un refugio creativo, también es abrir el alma para celebrar, junto a un círculo cercano y de confianza, expansiones y aprendizajes. Siempre consideré que las personas que se dan el permiso de compartir sus temores, vulnerabilidades y miedos con otras, son más fuertes.
Mi primer experiencia en un refugio creativo, fue de muy chica. Recuerdo tener 3 o 4 años y participar de un espacio artístico-musical para niñxs en mi pueblo, un día aprendíamos a usar instrumentos, otros hacíamos expresión corporal y algunos días jugábamos con arcilla. Es fue mi primer círculo de confianza, junto a docentes y compañerxs cree un entorno seguro para aprender, pero sobre todo para fallar, para hacer el ridículo, para crear sin límites.
Muuuuuchos años después, en mi último año de la facultad, elegí hacer una materia optativa llamada: Gestión de Proyectos Culturales y ahí nació mi urgencia por volver participar de un refugio creativo, pero en ese caso, sería yo la encargada de crearlo.
El proyecto final que diseñé para aprobar la materia fue UN GERMINADOR de proyectos, literal. Y este fue el correo que acompañó el inicio de una aventura apasionante:
Y esta fue carátula de mi gran propuesta, que rebozaba de minimalismo, no por elección, sino porque no tenía qué estaba haciendo.
Fue así que financié mi agencia de gestión cultural y comencé a proponer a diferentes proyectos culturales amigos, ser ese refugio creativo que tanto deseaba para mi vida. Cuando me quise dar cuenta, para 2015, estaba rodeada de creadorxs y artistas que lideraban iniciativas poderosas y contaban con mi acompañamiento para darle forma a sus ideas, creando entre todxs este círculo cercano y de confianza.
La historia sigue, pero me detendré aquí. Porque ese mismo año comencé a estudiar Gestión Cultural y Curaduría de Arte, y al siguiente, estaría comenzando a trabajar con metodologías de gestión ágil de proyectos.
Han pasado 10 años desde que me animé a ser ese refugio creativo para más personas. Me cuesta imaginarme desde otro lugar, aunque los proyectos, los programas y mis mentorías han ido cambiando.
Seguramente has vivido experiencias similares, o tal vez, estés en búsqueda de ese refugio de cuidados que te permita crear sin límites.
Seré muy sincera al decirte que este año necesité nuevamente compartir algo así y es por eso que he diseñado el CREADORAS LAB. Un refugio para todas nosotras, quienes estamos creando proyectos en silencio, aisladas o desorientadas. Porque además de refugio, cada experiencia que comparto desde aquel glorioso 2012, son caminos posibles, con objetivos concretos y un ritmo amable pero sostenible.
¿Cuántas veces te has sentido sola al querer bajar tu idea a la realidad? ¿O cuántas veces has deseado tener alguna amiga cerca para inspirarte mientras emprendes?
Si crees que todo esto te resuena, el CREADORAS LAB es para ti. Podrás registrarte hasta el 15 de abril inclusive por un valor-obsequio. El LAB comienza el 22 de abril y todo lo que nos sucederá será hermoso y expansivo.
Puedes conocer la agenda, el temario y demás cosas haciendo clic en el siguiente enlace: CREADORAS LAB.
Te espero,
CORA